12.5.06

TXT: Sensacional 1

Créanme, hay un lugar donde no podemos ya acudir, pero estuvimos a salvo. Lo pienso ahora escuchando ese disco de The Cardigans que tenía olvidado y que recordé en pleno viaje a mi pueblo: había mucho campo alrededor y las vacas eran oscuras como la noche.

Hay un sitio, decía, que es como ese campo y esas vaquitas camufladas en la sombra. Un sitio indiviso y a salvo de esta intemperie de contrastes. No ocurrió nunca del todo, pero está en el recuerdo, como recuerdo a secas. Quiero decir, como plena sensación, que es la forma inconsciente y verdadera que cobra el recuerdo. No sabemos dónde se gestó ni de dónde viene, pero existe. A lo sumo, podemos encontrar algún color en una foto vieja, un detalle pequeño en esa foto, que lo atestigüe. O un olor. El mío es el del mármol de la casa de tía Martita. Los departamentos de escalera construidos alrededor de 1950, suelen tenerlo. Nunca pude alquilar uno.

Hay un sitio, decía, que es el suelo de ese recuerdo sensacional, en el sentido más literal de la palabra. Y ese recuerdo se forja cuando aún no aprendimos a recordar. Esa patria donde podemos guarecernos del mundo se forjó cuando aún no sabíamos qué cosa era el mundo. Una canción antes de la música. Sin contrastes. El afuera formaba parte del adentro. Fuimos ser en el mundo y el mundo era en nosotros: criaturas felices antes, incluso, que la felicidad.

Me recuerdo festejando una primavera con mi hermano, en el patio de casa. Había sándwichs y un paquete de galletitas dulces. Se llamaban palmeritas. Pero no eran como las palmeritas que conocemos. Eran más secas y planas. Lo lindo de comerlas era hacerlo en espiral. No las encontré más, supongo que ya no se fabrican. Si ahora viera una, por ejemplo, sería como el olor de la casa de la tía Martita, o la malla enteriza fucsia de la foto vieja. Y vendría la sensación entera, como si los fragmentos existieran sólo para que podamos experimentar ese recuerdo enorme, sensación pura.

Estoy llena de miedos, y la noche se cierra oscura. No hay campo alrededor. Y, si lo hubiera, sería apenas eso, un campo de noche, un espacio más. Pura intemperie. Inexorable contraste de sombras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Luci:
Me encantan las cosas que publicaste...
juli g.